sábado, 9 de noviembre de 2013

Extracto del libro de Mark Yarm "Everybody loves our town" (Primera parte)

Este libro trata sobre el mundo del grunge, pero contado por los músicos, managers, amigos y conocidos, etc.
Aquí pongo un trozo de lo que fué la muerte de Layne Staley (cantante de Alice in Chains)

Jeff Gilbert: Layne se recluyó y no hacía más que jugar a videojuegos y drogarse.
Me topé con él unos seis meses antes de su muerte. Parecía una versión octogenaria de sí mismo.

Mike Starr: Murió el día después de mi cumpleaños. Pasé todo el día de mi cumpleaños intentando mantenerle vivo. Hasta le pregunté si podía llamar al teléfono de Emergencias y me contestó que si lo hacia no me volvería a hablar jamás. Si hubiese sabido que iba a morir hubiera llamado igualmente.
 (Layne) sólo decía, Estoy enfermo. Se puso nervioso porque yo iba muy puesto de benzodiazepina. Solía cabrearse conmigo cuando la tomaba. Me decía, Cuando tomas esas pastillas te vuelves idiota. Yo me enfadé y dije, Muy bien, pues me marcho. Y las últimas palabras que me dijo fueron, Así no, no te vayas así. Le dejé ahí sentado. No puedo creerlo. Me siento tan avergonzado por eso.

Kurt Danielson: Lo triste del asunto es que su cuerpo no fue descubierto al instante, sino muchos días después, lo cual indica hasta qué punto se había aislado de todos.

Jeff Gilbert: La gente se reunió en el Seattle Center, alrededor de la fuente. Cuando alguien muere, es donde va todo el mundo. La emisora de radio bajó a poner música a todo volumen. Me topé con Chris Cornell y Eddie Vedder, estaban dando una vuelta, alejados de la multitud. Me alegró ver que la gente no iba a tocarles las narices, que les dejaban su espacio. Eddie estaba tremendamente consternado. Abracé a Chris y le pregunté, ¿Estás bien? Me contestó, Nunca estoy bien cuando esto pasa.


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